20 de junio de 2008

Sensualidad

Un dedo tuyo recorre mi cuerpo dibujando siluetas onduladas como las curvas de mi cintura, de mis senos. La desnudez nos hace abrazarnos en una fusión interminable en la que no se sabe donde acabas tu y donde empiezo yo.
Muerdes mi cuello mientras me penetras suavemente, y me fundo en una sinfinía de gemidos y sensaciones que me hacen evaporarme como el agua.
Recorro tu espalda con mis manos, es suave y se mueve al ritmo de un compás en armonía. Dos cuerpos hechos uno, por el mero placer de serlo y sin temer a nada ni a nadie.
Recorro tu pecho con mis manos, enredo mi pelo con el tuyo y siento como nuestros cuerpos se juntan cada vez con mas intensidad, mas calor, mas deseo, mas caricias, muerdeme, besame, tócame... estoy acariciando el cielo.

Es una lástima que por sentir esto con más de una persona a la vez a una le puedan colgar un cartel que no merece, de momento sólo son pensamientos que comparto con vosotros, y sólo uno será el elegido, como se suele decir, pero... no quiero elegir a nadie, quiero conocerles a todos, porque cada uno de ellos tiene su encanto, y su amargura, su lado hermonos y su lado oscuro, todos lo tenemos.

La descripción anterior por suerte para mi, forma parte de un recuerdo y no de un anhelo, pero es algo que me encantaria repetir, y es algo que le deseo a todo el mundo, porque la felicidad dura sólo pequeños instantes de nuestra vida.

Aprovecharé al máximo lo que tengo que vivir, que es mucho

No hay comentarios: