31 de julio de 2012
Equivocada
30 de julio de 2012
Decepción
Son pequeños detalles a los que quizás no se les debería dar importancia pero... ¿qué hacer cuando ves que esas cosas insignificantes empiezan a ser el desencadenante de una decepción amorosa? No me quito de la cabeza que me quiere de una forma muy extraña, no dudo que me quiera, porque eso se respira en sus abrazos y sus caricias, pero muchas veces hay que robárselos porque a él parecen salirle sólo de forma sexual.
La soledad hace mucha mella en mí. Echo de menos estar acompañada en casa. Mi madre y mi hermano se han ido de vacaciones y la casa se me echa encima, y la única persona que me puede ayudar a combatir esa soledad sigue con su rutina egocéntrica habitual, conseguí que la rompiera dos días, un tercero quizás era pedir demasiado. Tengo miedo de que el día en que yo deje de hacer las cosas que a él le gustan casi en todo momento y sin quejarme, empiecen los problemas, los llantos, las discusiones... la decepción.
La inconsciencia respecto a mi horario de trabajo y las responsabilidades que yo tengo que desempeñar también duele, porque parece como si mi trabajo no importase, o al menos que no estuviera por encima de ir a tal sitio o tal otro y tomarse unas cervezas hasta las 4 de la mañana... me canso de escuchar la misma frase de "sólo un poco más" y nunca un "vale mi niña tienes razón nos vamos que tú mañana madrugas". Es otra de esas cosas que me hace pensar que el "primero yo" prima en su cabeza casi en todo momento.
25 de julio de 2012
A ver si esta vez sí consigo quitarte del medio, eres como una maldita lapa... ¡qué pesao el niño! He llegado a pensar que no tiene ahora agujero en el que meterla y por eso se acuerda de mí... y si es eso... puaaaaaaaaaaag pobre iluso si cree que habrá una segunda vez, ya me he arrepentido bastante de la primera.
Deseando que te pierdas de mi vista por completo IMBÉCIL
7 de julio de 2012
Soñar con tu sueño hecho realidad
Buenas noches.
5 de julio de 2012
Es extraño cuando uno acaba una relación y no ha habido problemas serios al terminarla. Nunca me había pasado el decir, eh oye, no tienes que olvidar tus recuerdos porque siempre son buenos o al menos en la gran mayoría de los casos.
Pero me hace gracia la facilidad con la que he vuelto a tener sensaciones similares, y cómo mí cuerpo vuelve a comportarse como solía hacerlo, esta vez sin miedo a la humillación porque estoy más segura de mí misma.
De todas formas hay un detalle que me incomoda, como la princesa y el guisante. Se trata de la sensación de no sentir el mismo amor que sentia que me llegaba de la otra parte, es como si todos los días buscase esas cosas. Me siento empalagosa y hasta pesada, porque a veces parece que abrazo a una bonita y sonriente pared detrás de la cual hay un corazón que pocas veces sale por su propio pie, casi siempre hay que ayudarle a salir con alguna palabra o gesto.
Pero independientemente de todo lo escrito puedo decir que cada día me quiero más, me veo más guapa y más capaz de todo lo que me proponga. Creo que estoy en el camino, ese camino hacia la felicidad que tanto pido y anhelo.
Buenas noches de luna llena.