23 de mayo de 2013

Oda a tus labios

En medio de la noche mi sentido del olfato se despierta, busca ese aroma que embriaga mi mente hasta hacerla enloquecer... mi nariz recorre tu cuello impregnándose de ese olor, disfrutando de cada partícula y subiendo poco a poco. Mis labios comienzan a estremecerse... mi aliento se entrecorta como esperando algo absolutamente delicioso. Nuestras mejillas se rozan, tan suave tu piel al paso de la mía, se acerca el momento... encuentro tu nariz, con esa forma que se me antoja jugosa como diseñada por un escultor de la época helenística y entonces lo encuentro...

Uno de los más dulces tactos que he sentido en mi vida, suavidad en estado puro repartida deliciosamente en una parte de tu cuerpo. El momento en que nuestros labios se juntan es un brote de estremecimiento que comienza en la comisura de mis labios y se extiende por todo mi cuerpo haciendo que rebose fuego y pasión, fundiéndome en un mar de caricias que eres capaz de darme sólo con tus labios. Saboreo cada milímetro, nuestros labios se quedan pegados y disfruto de cada milímetro de mi boca que siente cómo la tuya está fundida en ella.

Es increíble todo lo que una puede ser capaz de experimentar con uno de tus besos, se me hace la boca agua... la forma que tienen de despegarse nuestros labios... lentamente... brotando calor, brotando pasión.
Paso mis dedos suavemente por el borde de tus labios, como tratando de dibujarlos, de memorizar su forma, su textura... deliciosa textura, es entonces cuando sonríes, cuando veo ese hoyuelo que tuve el placer de descubrir hace unos días y que desde entonces me enloquece (aun no se si en el otro lado te sale jiji). Mis ojos recorren tu rostro hasta llegar a esos ojos en el justo momento en que clavas tu mirada en mi y puedo experimentar un calor enorme que sonroja mis mejillas. Es en ese preciso momento cuando se me vienen a la cabeza dos palabras que temo decir pero que suenan muy bien.

Me siento libre contigo, libre de ser yo misma, encantada de descubrir lo que es compartir el tiempo contigo día a día y bueno... tengo miedo si, porque me he decidido a arriesgarlo todo a no dejarme ni un sentimiento metido en una cajita por miedo a que se dañe, aunque eso no lo he empezado a hacer al conocerte... llevo apostando con mis sentimientos ya mucho tiempo, simplemente esta vez salgo ganando con alguien como tú a mi lado porque no sólo me añades valor como un día me dijiste es algo más allá sin explicación que sólo siento dentro de mi cuerpo como una amalgama de cosas buenas.

Buenas noches.

No hay comentarios: